A veces, los trabajos más mundanos pueden ser los más entretenidos. Mientras algunos miran hacia otro lado o ni siquiera se fijan en el trabajo de los limpiadores de vidrios, Nagi, de 10 meses, y su gato negro Guinness siempre se detienen a observar a los hombres que trabajan en el exterior de su departamento en Londres. Los dos se sientan a mirarlos frente a las ventanas, enamorados de los movimientos de las escobillas de los limpiadores. Guinness corre de un lado a otro, persiguiendo el movimiento de la mano de uno de los limpiadores, mientras Nagi observa atentamente y se ríe. En cuanto los hombres se dan cuenta, se dedican a entretener a los dos pequeños, deslizando sus herramientas de un lado a otro con rapidez para que el gato las persiga, haciendo caras simpáticas al bebé y dibujando en la ventana con el jabón.
En una serie de videos grabados por la madre del pequeño, se puede ver que Nagi se lo pasa genial. Resulta que esto pasa muy seguido, y tanto Nagi como Guinness están deseando ver a sus amigos que parecen caer del cielo. A principios de 2020, Rina Takei, la madre de Nagi, publicó en su Instagram que la estadía laboral de su marido en el Reino Unido había terminado y que la familia se mudaría de nuevo a Tokio, pero no antes de que Nagi y Guinness conocieran a los limpiacristales. Ella dice: “Mientras estuvimos en Londres durante ese tiempo, formamos una familia. Primero Guinness y Pimms [su segundo gato], y luego llegó Nagi. Hemos tenido la oportunidad de conocer a gente maravillosa, sobre todo a los limpiadores de vidrios”.
Antes del regreso de la familia a Japón, los dos hombres visitaron el apartamento. Guinness no sabía qué pensar cuando se encontró con ellos en el interior, pero confió en ellos lo suficiente como para dejar que le acariciaran, algo poco habitual. “Normalmente los hombres altos asustan mucho al pobre Guinness y a menudo se esconde”, dice Takei. “A nuestros amigos limpiadores de ventanas, ¡muchas gracias por todo!”. ¡Qué manera más divertida de hacer amigos!
Nagi, de 10 meses, y su gato Guinness adoran ver a los limpiadores de vidrios que trabajan fuera de su edificio.
Los amables limpiadores de ventanas entretienen a la pareja desde el exterior, moviendo sus herramientas para que el gato las persiga y dibujando caras sonrientes para el niño.
Lo mejor de todo es que, antes de que la familia Takei regresara a Tokio, los hombres, Nagi y Guinness pudieron conocerse en persona.
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h/t: [Laughing Squid]
Todas las imágenes vía Rina Takei.
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