Puede que no lo parezca a primera vista, pero hay 70,000 jarrones de cerámica individuales en esta monumental escultura de Grégoire Scalabre. Este artista francés dedicó varios meses a construir un singular homenaje a la ninfa del mar griega Tetis, utilizando una técnica tradicional de torneado para fabricar a mano cada una de estas vasijas de cuello largo. Una vez completadas, las colocó sobre una gran estructura de resina y espuma para crear un patrón hipnótico que parece moverse ante los ojos del espectador.
La obra terminada, titulada Las metamorfosis finales de Tetis, se presentó en la exposición Porcelain Virtuosity, que formaba parte del evento Homo Faber de Venecia. “En la mitología griega, Tetis es una ninfa del mar con extraordinarios poderes de metamorfosis. Se transforma sucesivamente en fuego, viento, árbol, pájaro o tigre, león, serpiente o sepia”, explica Scalabre a My Modern Met.
El artista “rinde homenaje a la nereida Tetis, a la que imagina surgiendo de las profundidades del mar, majestuosamente envuelta en una miríada de ánforas de cerámica en miniatura, a la luz de Venecia: su metamorfosis final…”. La limitada paleta de colores blanco y verde de las pequeñas ánforas pretende evocar las cualidades del agua y los minerales, algo que se relaciona de nuevo con el tema mitológico.
Aunque las diminutas vasijas de cerámica miden solo un par de centímetros de largo, son tantas que el artista pudo cubrir por completo la gigantesca estructura de metro y medio de altura y más de un metro de diámetro. El propio Scalabre creó el 80% de las piezas de cerámica, mientras que el resto fueron realizadas por sus ayudantes en el estudio. Una vez cocidas y enfriadas las miniaturas, el artista se puso a trabajar en su colocación de forma improvisada. “Es una composición libre, sin un patrón predeterminado”, dice. “Se hace instintivamente asociando y yuxtaponiendo formas y colores de la paleta recogida durante la cocción. Las piezas se organizan, interactúan entre sí y se desarrolla un lenguaje en la superficie”.
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El artista francés Grégoire Scalabre creó una escultura a gran escala titulada Las metamorfosis finales de Tetis.
Está hecha de 70,000 piezas de cerámica individuales.
Cada pieza se asemeja a un jarrón o ánfora, con un cuello largo y delgado.
Scalabre colocó cada pieza en una estructura de resina y espuma de dos metros de alto.
